“El premio Alberto Sols de la Fundación SED es un hito en mi carrera investigadora”

“El premio Alberto Sols de la Fundación SED es un hito en mi carrera investigadora”

En los últimos años se han producido trascendentales avances en el conocimiento de la patogenia de la retinopatía diabética (RD). El nombre de Rafael Simó Canonge se asocia inmediatamente con esta línea de trabajo, con significativas y numerosas contribuciones del grupo de investigación que lidera. Ahora puedes acceder en nuestra web a la entrevista que hemos mantenido con él.

Este experto, que es jefe de Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Vall d’Hebron (Barcelona) y jefe del grupo de investigación en Diabetes y Metabolismo del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR), recibió en el marco del XXXIV Congreso Nacional de la Sociedad Española de Diabetes el premio Alberto Sols de la Fundación SED, que reconoce la trayectoria científica en investigación básica senior en diabetes.

– Usted acumula un larga y exitosa trayectoria clínica, investigadora y académica, repleta de premios y reconocimientos. ¿Cómo valora que se le haya concedido el Premio Alberto Sols de la Fundación SED?

Es un reconocimiento de la SED y, en definitiva, de los compañeros de profesión a la trayectoria de investigación en la diabetes y, en particular, a la investigación realizada en el campo de la retinopatía diabética. Estoy muy orgulloso de que se me haya concedido este premio, ya que puede considerarse como un hito en mi carrera investigadora, que debemos disfrutar todos los miembros del grupo que lidero. Debe quedar claro que sin un equipo bien organizado es imposible ser competitivo en el mundo actual y, por ello, este reconocimiento debe hacerse extensivo a todos los miembros del equipo que coordino.

– En el acto de recepción de este galardón durante el Congreso Nacional de la SED nos obsequió con una conferencia magistral sobre la retinopatía diabética …

He tratado de ofrecer una visión general de las principales aportaciones al concepto de neurodegeneración en la patogenia de la retinopatía diabética, resumiendo nuestros principales descubrimientos en cuanto a nuevas estrategias terapéuticas basadas en la neuroprotección.

– En concreto, ¿cuáles apuntaría como las principales y nuevas aportaciones en este ámbito de la retinopatía diabética y la neurodegeneración?

De forma muy resumida, podríamos decir que hemos demostrado que en los estadios incipientes de la retinopatía diabética existe una disminución en la producción de sustancias neuroprotectoras de síntesis local en la retina, tanto en la diabetes experimental como en los pacientes con diabetes. Esta disminución favorece la neurodegeneración de la retina y las primeras alteraciones vasculares. El tratamiento con agentes neuroprotectores, tales como los agonistas del receptor del GLP-1 o los inhibidores de los DPP-IV, se ha mostrado eficaz en la prevención e incluso regresión de la RD incipiente en diversos modelos experimentales.

Un punto importante que hay que tener en cuenta es que, en estos estadios tan precoces de retinopatía diabética, la administración de inyecciones intravítreas (normalmente utilizadas para el tratamiento de fases avanzadas de la enfermedad) es un planteamiento demasiado agresivo. Nuestro grupo ha sido pionero en demostrar que la administración tópica ocular (colirio) de muchos de estos agentes neuroprotectores es efectiva en prevenir la neurodegeneración de la retina. Por consiguiente, hemos abierto una nueva estrategia terapéutica basada no solo en el concepto sino en la ruta de administración.

– Y, entonces, ¿cuáles señalaría como los principales desafíos que se os presentan en este ámbito?

El gran reto es demostrar su seguridad y efectividad en humanos. Para ello, hemos creado muy recientemente D-Sight, una spin-off del Instituto de Investigación Vall d’Hebron, cuyo principal objetivo es llevar concretamente el colirio de sitaglitina (un inhibidor de DPP-IV) al mercado. A nadie se le escapa que este es un desafío importante, pero estamos convencidos que lo podremos implementar a fin de poder dar respuesta a una necesidad no cubierta, como es el tratamiento de los estadios incipientes de la retinopatía diabética.

– ¿Hacia dónde se dirigen vuestras líneas de investigación?

Estamos estudiando otras dianas terapéuticas, tanto para los estadios incipientes como para fases más avanzadas de la enfermedad, con resultados muy prometedores. Además, hemos visto que pueden ser de gran utilidad para otra enfermedad muy prevalente: el glaucoma.

También destacar que estamos muy interesados en utilizar las imágenes y registros de la retina como elementos de predicción de riesgo cardiovascular y deterioro cognitivo. En este sentido, estamos coordinando un proyecto europeo (RECOGNISED), a fin de evaluar el riesgo de deterioro cognitivo y demencia en los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 de más de 65 años. A finales del 2024 empezaremos a tener los primeros resultados y espero poder presentarlos en el Congreso de la SED.

– ¿Es optimista respecto al manejo futuro de la retinopatía diabética en nuestro medio?

La evaluación y manejo de la retinopatía diabética va a dar un cambio radical en los próximos 5 años y estoy muy satisfecho de haber podido contribuir, junto a mi equipo, a este cambio.

Un mensaje general que me gustaría transmitir a los más jóvenes es que la investigación necesita de estudio, paciencia y mucha perseverancia. En nuestro país existe mucho talento que hay que saber encauzar, motivar y retribuir de forma justa. Ya se que este mensaje va más allá de la importancia del premio otorgado, pero entra de pleno en la necesidad perentoria de garantizar el relevo generacional en los grupos de investigación; de lo contrario, todos los esfuerzos realizados no tendrán continuidad y se difuminarán en el curso de la historia.