Las embarazadas, y sobre todo si tienen diabetes, son un grupo de especial riesgo frente a la COVID-19 y precisan una mayor protección
Nuestro objetivo es mejorar la esperanza y la calidad de vida de los pacientes con diabetes.28 de abril.- Las gestantes en general, y especialmente las embarazadas con diabetes pregestacional (DG) y con diabetes gestacional (DPG), constituyen un grupo de población con riesgos específicos frente a la pandemia de coronavirus, por lo que deben protegerse de manera especial para evitar la infección que causa la COVID-19 y sus consecuencias.
Así lo exponen las doctoras Mercedes Codina (endocrinóloga), María Goya (obstetra) y Rosa Corcoy (endocrinóloga), en representación del GEDE, Grupo de ‘Diabetes y Embarazo’ de la Sociedad Española de Diabetes (SED) y de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO). Por lo tanto, según recomiendan, “las mujeres embarazadas, y más aún se presentan diabetes pregestacional o gestacional, deben utilizar las medidas de protección personal (EPIs) y deben permanecer en casa, así como acudir a los centros sanitarios suficientemente protegidas y el menor número de veces que permita mantener un control metabólico y obstétrico adecuado”.
Además, el grupo GEDE señala un problema adicional que se ha generado en el manejo de la diabetes con motivo de la expansión e impacto clínico del coronavirus y la consiguiente saturación de la atención sanitaria. Según exponen, “esta pandemia ha sobrecargado hospitales y centros de Atención Primaria, que se han centrado en atender pacientes urgentes; de esta forma, algunos médicos que atendían las gestantes con diabetes se dedican a tratar pacientes ingresados por COVID-19”. De igual forma, la saturación de pruebas de los laboratorios para afrontar el coronavirus “podría estar dificultando hacer sobrecargas de glucosa para el diagnóstico de la diabetes gestacional”, indica Rosa Corcoy.
Recomendaciones a seguir
Teniendo en cuenta esta realidad, los miembros del GEDE, tras revisar la evidencia disponible en estos momentos, han elaborado una serie de recomendaciones para el manejo de las gestantes con diabetes que tiene en cuenta todos estos aspectos. Al elaborar las recomendaciones, como indica la Dra. Mercedes Codina, “nuestras prioridades han sido: la seguridad de las gestantes, conseguir un tratamiento óptimo de la gestación tanto con DP como con DG, reduciendo visitas presenciales y simplificando el diagnóstico de la diabetes gestacional si no es posible hacer curvas de glucemia”.
Las recomendaciones que se hacen son las siguientes:
- Las mujeres con diabetes pregestacional, si pueden, deberían posponer un embarazo, por lo menos hasta que finalice la fase aguda de la pandemia
- Las gestantes han de extremar las medidas de protección personal que se recomiendan a la población general: uso de mascarilla, guantes, limpieza de manos con gel / jabón frecuente, mantener una distancia de seguridad de 2 metros y procurar, dentro de lo posible, viajar en vehículo particular. Deben revisar las técnicas de puesta, uso y retirada de las mascarillas (1) y de guantes. Estas medidas han de mantenerse cuando vayan a los centros sanitarios que, a su vez, deberán adaptar salas de espera,…
- Reducir al mínimo las visitas presenciales al hospital y procurar que coincidan el mismo día visita médica, análisis, ecografía y visita obstétrica. Visitas propuestas: inicial, semana 11 y 14, semana 18-22, semana 28-32 y semana 34-36, y seguimiento del bienestar fetal hasta el parto. Tal vez sean necesarias más visitas presenciales si el control glucémico no es adecuado.
- Visitas telemáticas cada 2-3 semanas: teléfono, mail u otros recursos para ajuste metabólico
- Fomentar que las pacientes realicen las descargas de medidores, calculadoras de insulina, bombas de insulina o monitorización continua de glucosa, así como que hay que asegurarse que dispongan de medicación, tiras reactivas para medir la glucemia, sensores y material de bomba
- La estrategia recomendada para el diagnóstico de la diabetes gestacional se mantiene en dos pasos: test de despistaje, y curva diagnóstica si el test de despistaje fuera positivo. Si no fuera posible seguirla, se ofrece como alternativa el empleo de HbA1c y glucemia plasmática
- La educación sanitaria de las mujeres con diabetes gestacional incluye: alimentación adecuada para la gestación, monitorización de la glucemia capilar y ejercicio adaptado (2), e inicio de insulina si no se cumplen los objetivos de control. Se propone realizarla como visitas presenciales al inicio, y luego telemáticas
- Existen protocolos específicos en cada hospital para el manejo de la gestante con infección por coronavirus
- Se aconseja la lactancia materna, incluso en las mujeres con infección por coronavirus (con mascarilla)
- La curva de glucemia postparto de las pacientes con diabetes gestacional se debería posponer hasta que se normalice la situación
Certezas entre incertidumbres
Aunque como reconocen los componentes del GEDE, “todavía disponemos de poca información sobre las consecuencias de la COVID-19 en gestantes y éste es un motivo más para ser cautos y extremar medidas de prevención en este colectivo”, se sabe con seguridad que la diabetes es un factor de riesgo para presentar formas de COVID-19 más graves y eleva el riesgo de mortalidad.
Las evidencias disponibles hasta el momento indican que el riesgo real de infectarse con el virus SARS-Cov-2 en mujeres jóvenes con diabetes tipo 1 o 2 bien controlada y sin complicaciones crónicas es similar al de las mujeres de su edad sin diabetes. Sin embargo, como se llama la atención desde GEDE, “durante la gestación existe un cierto grado de inmunosupresión y también se producen otros cambios del organismo que predisponen a sufrir infecciones respiratorias víricas”. Esto resulta de especial trascendencia, tal y como afirma la Dra. Mercedes Codina, ya que “la presencia de infecciones tiene un efecto negativo sobre el control glucémico materno (diabetes pregestacional o diabetes gestacional), pudiendo causar mayor riesgo complicaciones de la gestación”.
Otro aspecto que se deja claro en el documento aportado por GEDE es que, “por el momento, en los casos reportados la transmisión de la enfermedad de la madre al feto (vertical) no se ha confirmado (hay algún caso posible), y la frecuencia de aparición de formas de COVID-19 graves ha sido similar a la población general, que es menor que en población de mas 60 años”, afirma la Dr. María Goya.