El Big Data plantea nuevas preguntas, respuestas y controversias en la investigación de la diabetes

El Big Data plantea nuevas preguntas, respuestas y controversias en la investigación de la diabetes

Nuestro objetivo es mejorar la esperanza y la calidad de vida de los pacientes con diabetes.
  • Se denuncia la parálisis de las administraciones públicas en la generación de data lakes públicos de alta calidad
  • El emergente campo de conocimiento y de aplicaciones clínicas que ofrece el uso de Big Data en diabetes plantea el reto de formar a los profesionales sanitarios en este ámbito
  • El Big Data consiste, básicamente, en un manejo extraordinariamente rápido y preciso de grandes bases con millones de datos
  • Donde más puede aportar el Big Data en diabetes es en el conocimiento de nuevos patrones de predicción

Sevilla, 26 de abril. El manejo de una cantidad cada vez mayor de datos de salud en personas que padecen diabetes va a tener repercusiones clínicas positivas en el futuro, pero también plantea algunas controversias éticas y jurídicas. Así se ha puesto de relieve en una mesa redonda celebrada en el marco del XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Diabetes, que se está llevando a cabo en Sevilla.

Las controversias éticas que se derivan del empleo de Big Data en salud son aún muchas y plantean muchos interrogantes, especialmente en el ámbito de la investigación. De hecho, recientemente el Grupo de Expertos de la Unión Europea sobre Inteligencia Artificial ha situado la garantía de los derechos fundamentales en el centro de las consideraciones éticas.

En esencia, según señala Ricard Martínez Martínez, director de la Cátedra de Privacidad y Transformación Digital Microsoft de la Universitat de València, “debe preocuparnos el uso de los datos para el bien común, y dotar de un elenco de garantías a la investigación de modo que no se vulneren derechos fundamentales”. Con todo, la respuesta a estas posibles controversias pasa necesariamente por “aplicar rigurosamente los estándares éticos y normativos ampliamente conocidos (como son la Declaración de Helsinki y el Convenio de Oviedo), y por cumplir con la normativa vigente en materia de protección de datos”.  

Regulación en España

La situación en España ha evolucionado para favorecer la investigación“La combinación del Reglamento General de Protección de Datos con la Disposición Adicional Decimoséptima de la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales potencian las posibilidades de investigar”, afirma el experto de la Universitat de València.

De esta forma, actualmente cabe la posibilidad de reutilizar datos, es posible referir los consentimientos a amplias áreas de investigación, se ha disciplinado la investigación con datos seudonimizados (procedimiento de gestión de datos donde se reemplazan campos de información personal dentro de un registro de datos por uno o más identificadores artificiales o pseudónimos),…

Sin embargo, admite Ricard Martínez, “subsisten varios problemas y riesgos”. Según denuncia, “en lugar de estar trabajando en la generación de data lakes públicos de alta calidad (entorno de datos compartidos en su formato original que comprende múltiples repositorios y aprovecha las tecnologías de Big Data), el miedo ambiental que dejo el caso Visc+ paraliza a nuestras administraciones sanitarias”. Además, como continúa explicando, “seguimos concibiendo la investigación con miedo a la protección de datos, como si esta normativa fuese un freno en lugar de una ventaja”; en su opinión, “el uso alarmista por algunos medios y por más de un pretendido experto de este temor causan un daño irreparable para el futuro de la investigación biomédica en nuestro país”.

Para el Prof. Ricard Martínez Martínez la respuesta ante estos riesgos es clara, y se debe asentar en tres pilares básicos“1.-Diseñar nuestra investigación contemplando el principio de protección de datos desde el diseño y por defecto; 2.-Integrar en nuestra acción garantías complementarias, como compromisos de no reidentificación y medidas de seguridad y; 3.-Realizar una buena comunicación orientada a un buen control del riesgo reputacional”

Big Data, investigación y práctica clínica

Es un hecho que cada vez crece más la investigación apoyada en una cantidad ingente de datos, aumentando significativamente tanto la actividad de investigación retrospectiva como prospectiva, lo que se asocia con avances significativos a nivel clínico. Atendiendo a su experiencia como asesor en el cumplimiento normativo y al analizar los proyectos de salud, el Prof. Ricard Martínez constata “el enorme impacto en la investigación derivado del uso de datos de naturaleza poblacional, socio-demográfica, y ambiental”; a su juicio, “la información disponible se amplía significativamente y permite poner la enfermedad como categoría, y esperemos que al paciente como sujeto, en el marco de una visión de 360º que hace posible un enfoque integral

Desde la perspectiva de los clínicos, no cabe duda que “el Big Data es un tema novedoso, bastante desconocido para la mayoría de los profesionales y que merece una reflexión”, según admite el Dr. Josep Franch Nadalmédico de Atención Primaria delABS Raval Sud – IDIAP Jordi Gol (Barcelona). El Big Data consiste, básicamente, en un manejo extraordinariamente rápido y preciso de grandes bases con millones de datos, lo que “permite alumbrar preguntas e hipótesis que antes ni habíamos imaginado y, por lo tanto, se trata de un recurso que nos permite formular nuevas preguntas y ayudarnos, después, a obtener respuestas”, indica este experto.

En el caso concreto de la diabetes, las aplicaciones del Big Data aún están en fase emergente. Estamos al inicio de un largo camino, reconoce el Dr. Franch, quien recuerda que “aún no hemos desarrollado esta técnica de una forma eficiente, pero tenemos la ilusión y la voluntad de seguir profundizando en este ámbito”. En su opinión, “donde más puede aportar el Big Data en diabetes es en el conocimiento de nuevos patrones de predicción, que permitirán conocer con antelación el resultado tanto del control metabólico como de la respuesta a los tratamientos”.

Tal y como se ha expuesto en esta mesa redonda, estamos ante una parte de la ciencia naciente, de la que apenas se conocen todas sus posibilidades, pero que apunta un enorme potencial. Por lo tanto, según recomienda el Dr. Franch, “una de las primeras cosas que tenemos que hacer los profesionales sanitarios que trabajamos en el manejo de la diabetes o en su investigación es formarnos en este terreno para poder explorar sus posibilidades”.

Para más información:

Paco Romero

639 64 55 70; [email protected]; https://sedsevilla2019.com