In memoriam Dr. José Mancera Romero

In memoriam Dr. José Mancera Romero

Hay días en los que de repente te cae de pleno el rayo con todo su poder destructivo y te deja inerme. Cuando menos te lo esperas. Irrumpe en tu monótona cotidianidad la noticia: “Pepe Mancera está muy mal”. Y no terminas de creerlo.

José Mancera Romero, Pepe Mancera para aquellos que paseamos orgullosos su amistad, estudió Medicina en la Facultad de Málaga, donde obtuvo también su grado de doctor con la calificación máxima “apto cum laude” en 2011. Consiguió su plaza por oposición como funcionario sanitario local (médico de APD), especializándose en Medicina Familiar y Comunitaria.

Con clara vocación docente e investigadora desde sus inicios, fue profesor asociado de la cátedra de Patología Médica de la Facultad de Medicina de Málaga, tutor docente de residentes de la Unidad Docente de Málaga, tutor clínico de alumnos de Medicina y profesor contratado doctor con vinculación clínica al Sistema Público de Salud de Andalucía (SSPA). En 2004 obtuvo su Título de Experto Universitario en Investigación en Ciencias de la Salud por la Universidad de Granada y alcanzó la calificación de Excelente por la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía. Miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN)-Andalucía y, desde hace años, uno de los líderes del Grupo de Trabajo Nacional Diabetes de SEMERGEN, era, por supuesto, socio activo de la Sociedad Española de Diabetes.

Se suele destacar la actividad investigadora minusvalorando, a veces, otras actividades cognoscitivas de igual o mayor importancia. Porque si bien es necesario realizar descubrimientos, también lo es desarrollar las técnicas que conducen a su aplicación práctica y, por supuesto, la ingente tarea de difundir ese conocimiento generado, para que sus eventuales efectos beneficiosos puedan alcanzar al mayor número de personas. En medicina, esta diseminación era y sigue siendo crítica. De hecho, lo que caracteriza nuestra época es la reducción temporal de estas dos últimas fases post-invención: la aplicación y la difusión.

Sin menoscabo de sus actividades laboral e investigadora, demostradas día a día tanto en su consulta, como en sus múltiples comunicaciones y publicaciones, Pepe Mancera era un MAESTRO en la transmisión a pie de obra de los conocimientos y para los que te conocimos lo que se define como una buena persona. En este sentido, Pepe siempre estaba dispuesto a colaborar, ya fuera en un trabajo de fin de grado, en uno de fin de residencia, en la evaluación de un proyecto antes de su remisión a las agencias o en la revisión de un artículo en ciernes.

En este sentido, fue participante habitual en múltiples talleres y cursos, donde dejó huella de su claridad expositiva y de sus acertados comentarios; así quedó claramente patente en sus varias participaciones en nuestras Jornadas provinciales de Riesgo Vascular de Cádiz.

Querido Pepe, por escasos días no has podido ver la versión definitiva de nuestro último trabajo, pero tu bonhomía y tu imagen sonriente estarán siempre presente en nuestra memoria. Como bien decías siempre: “ya lo hablamos…”

Firmado: José Escribano Serrano y Alfredo Luis Michán Doña.