Recomendaciones SED sobre alimentación en las personas con Diabetes durante el confinamiento domiciliario

Recomendaciones SED sobre alimentación en las personas con Diabetes durante el confinamiento domiciliario

Nuestro objetivo es mejorar la esperanza y la calidad de vida de los pacientes con diabetes.
 

Ante la pandemia por el contagio de Covid-19 y el confinamiento domiciliario que como medida se ha adoptado, la Sociedad Española de Diabetes, a través de su Grupo de Trabajo de Estilo de Vida, publica estas recomendaciones sobre alimentación en estado de confinamiento domiciliario con tal de ayudar a las personas con diabetes, pero también válidas para la población general.

El objetivo de esta publicación es el de mantener una alimentación adecuada para prevenir posibles riesgos derivados de la alimentación. Estos pueden ser provocados por una inadecuada proporción de determinados alimentos o por una sobrealimentación que pueden afectar al control de la diabetes y otros procesos.

Se aconseja, de forma general, a las personas en confinamiento domiciliario que sigan las siguientes recomendaciones nutricionales:

  1. No hacer compras compulsivas en los supermercados con tal de no llenar las despensas de alimentos nutricionalmente poco interesantes. Además, recomendamos una compra no solo calculada sino solidaria y ética en el estado de alarma.
  2. Se pueden comprar alimentos perecederos, ya que se asegura la reposición de los mismos, como hortalizas, frutas o huevos frescos. Se recomienda planificar y realizar únicamente una compra semanal de dichos productos con tal de salir del domicilio lo menos posible.
  3. Hasta el momento, la monitorización por parte de la European Food Safety Authority sugiere que los alimentos no pueden ser una vía de transmisión del virus. Aun así, la Organización Mundial de la Salud ha emitido un comunicado en el cual recomienda mantener una buena higiene en la cocina (lavarse bien las manos, asegurar una cocción total de alimentos como la carne y evitar contaminación cruzada entre alimentos cocinados y no cocinados).
  4. No comprar o empezar a consumir suplementos alimenticios sin la recomendación de un dietista-nutricionista o, en su defecto, del médico tratante. Hasta el momento, el consumo de ningún nutracéutico ha evidenciado una protección frente al contagio por Covid-19 ni como forma en su tratamiento.
  5. Las infusiones o tés que se recomiendan por redes sociales no protegen frente al contagio. Únicamente pueden ser una forma de prevención o tratamiento de la deshidratación y puede resultar especialmente interesante en personas mayores o sujetos que presenten síntomas leves como fiebre donde podemos evitar la deshidratación por aumento de temperatura corporal.
  6. Es necesario ajustar la ingesta nutricional a la situación de confinamiento domiciliario en la cual, probablemente, gastemos diariamente menos energía. Para ello, además de las recomendaciones de alimentación saludable habitual, proponemos las siguientes medidas en el caso de ser necesarias para evitar el desbalance energético:
    • Limitar el consumo de harinas y cereales. En las dos comidas principales del día (mediodía y noche), podremos empezar de mayor a menor cantidad con una base de verduras (que sean variadas), después seguir con una parte proteica (queso fresco, atún, pollo, soja, etc…) y, por último, una pequeña cantidad de granos o harinas (arroz, pasta, patata, boniato, quinoa, harina, etc…) Para las personas tratadas con insulina es importante que si se tiene en cuenta lo nombrado en este punto, se adapten las dosis de insulina.
    • Evitar picoteos promoviendo el tomar infusiones, tés o cafés. Opciones para saciar los antojos difíciles de controlar sin que ello conlleve potenciar el desbalance energético podrían ser alimentos poco calóricos (como una pieza de fruta) y que implique un tiempo consumirlos (por ejemplo, cortar una manzana en trozos pequeños). Es importante tener siempre en cuenta, si se realiza esta ingesta extra de hidratos de carbono, los cálculos de dosis de insulina en personas tratadas con ella.
    • Asegurar un correcto consumo proteico diario a base de alimentos de buena calidad (evitando carnes rojas y embutido y potenciando al máximo el consumo de proteína de origen vegetal) o incluso aumentarlo levemente, siempre que no exista contraindicación, con tal de contribuir al incremento de la saciedad. También realizar ejercicio de fuerza ya sea con el peso del propio cuerpo o con la ayuda de pesos externos que se puedan tener en casa como botellas de agua. Ambos pueden ayudar en el mantenimiento del músculo esquelético y, por tanto, de un buen estado de salud.

Texto elaborado por Diana Díaz-Rizzolo, en colaboración con el Grupo de Trabajo de Estilo de Vida de la Sociedad Española de Diabetes

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